sábado, 24 de diciembre de 2011

Dos conceptos de libertad.

La retirada a la ciudadela interior.

En términos muy concretos la retirada a la ciudadela interior se refiere a que los seres humanos tratan de encontrar la libertad abandonando el camino, entendiéndose por “camino” la vida pública, ya que al encerrarse en yo interno, al existir esa seguridad que los seres humanos poseemos el control y a esa seguridad él le ha llamado la “libertad” o “independencia personal”
También expone un ejemplo que a texto dice “si me zafo de mi adversario refugiándome en casa y cerrando puertas y ventanas, puede que sea más libre que si me hubiera capturado; pero, ¿soy más libre que si le hubiera vencido o le hubiera capturado yo a él?” al final de cuenta concluye que por vivir el ser humano que adopta esta posición frente a la libertad terminaría muriendo de “asfixia” por vivir en un espacio demasiado pequeño. Por lo que Schopenhauer resume este apartado en una frase “la liberación total, en este sentido sólo puede darla la muerte.


La autorrealización.

Aquí el problema y la justificación de muchos gobiernos tiránicos alrededor del mundo, ya que el ser ignorante o irracional con lleva varias situaciones. Debido a que para autores como Herder, Hegel, Marx terminaron creyendo que entender el mundo es “emanciparse”.
Marx nos ilustra con un pensamiento muy importante cuando afirma que la naturaleza humana es estática y las propiedades esenciales de la misma en todo tiempo y lugar no varían, ya que de acuerdo a su pensamiento dicha naturaleza está regida por leyes naturales que son invariables. Al final del pensamiento Marxiano se desprende que el legislador es quién puede crear en principio una sociedad armoniosa mediante la educación y la legislación ya que los seres humanos como exhibe en todas las épocas y lugares buscan primigeniamente la satisfacción de sus necesidades básicas que además son invariables.
Marx sostuvo que en el camino para lograr esta armonía no solo se interponían fuerzas naturales, sino que además el mismo funcionamiento de las instituciones creadas por los seres humanos, debido a que estas instituciones tienen un funcionamiento que está entendido equivocadamente. Al final Marx al parecer concluye en que “entender es actuar de manera adecuada” y somos libres si planificamos nuestra vida.


El templo de Sarastro.

Rousseau, Kant y Fitche iniciaron sus vidas filosóficas como individualistas, pero las terminaron haciéndose preguntas sobre la aplicación de la vida racional no solo a nivel particular, sino, a nivel general y la manera como podría lograrse tal hazaña.
Dichas ideas estaban sentadas en la premisa de que es la irracionalidad de los hombres la que les conduce a desear oprimirse, explotarse o humillarse debido a que estas actitudes no se encuentran en los seres racionales o al menos no son relevantes.
También exteriorizan en que la libertad total es la mera expresión del autogobierno racional y las leyes de este autogobierno son las normas prescritas por la razón. Aunque se expresa que estas normas molestaran a algunos, y estos serán a aquellos cuyos no hayan encontrado sus yoes verdaderos.
Spinoza en este sentido hace una acotación muy importante que es imprescindible para entender la justificación de los gobiernos dictatoriales luego que él dice: “los hijos, aunque tienen que obedecer, no son tenidos por esclavos, porque hacen, por mandato lo que es útil a  la comunidad y, por tanto, también a él”. En tanto Fitche lleva este pensamiento a un plano más actual y dice que así como “no se puede esperar que los niños entiendan por qué se les obliga a ir a la escuela, que los ignorantes comprendan por qué se les hace obedecer las leyes que después les harán racionales. Por lo que obligar es educación.
Es el pensamiento anterior el que justifican sus acciones todos los dictadores, inquisidores y matones, diciendo que para convertirse en humano,  el cual es deseo de todos. Y que la función del Estado es satisfacer tu deseo por tanto “la coacción está justificada si se trata de una educación que producirá personas esclarecidas en el futuro”.
Concluyendo esta idea la tarea del Estado es que nos autorreprimamos ya que de esta manera es más fácil educarnos y con esto se lograría el bienestar público.


La búsqueda del reconocimiento.


Mill considera que la falta de libertad de la que se quejan muchos hombres y grupos no es otra cosa, con frecuencia, que falta de reconocimiento adecuado. Por lo que los humanos siempre queremos evitar a toda costa ser ignorados.
A lo anterior se le suma el querer el reconocimiento de nuestra clase o nación, color o raza. Y es aquí cuando se explica que al sentirse oprimido un grupo humano lo que deseará será su emancipación, para sentirse respetado y tan fuerte puede ser ese deseo que preferirá el mal gobierno de alguien de su propia raza y condición social que el buen gobierno y buena administración de un desconocido. (Cualquier similitud con la realidad de México es mera coincidencia, ya que podemos compararlo con el último periodo monárquico que tuvo lugar en nuestro país, debido a que los mexicanos de aquella época apoyaron a un dictador, populista como Juárez en vez de un bien intencionado aunque extranjero Maximiliano).


Libertad y soberanía,  lo uno y lo múltiple.


El punto medular de estos estadios se encuentra en el pensamiento de que si se tuviera la seguridad de que existe un estado perfecto, realizable por los seres humanos en el planeta donde los conflictos fueran inexistentes. Sería entonces cuando el uso de cualquier método estaría justificado para acercarse a ese estadio último, sin que importara cuanta libertad habría que sacrificar en el avance.
Lo anterior puede equipararse a la misma búsqueda de la paz, y, se puede ejemplificar con un pensamiento de una película muy famosa que no por el hecho de ser ficción no pudiere llegar a tener su trasfondo de verdad. En esta película se expone que ciudades japonesas que en antaño las cuales habrían sido atacadas con armas nucleares después de esos sucesos traumáticos se habían convertido en lugares del culto a la paz. Por tanto, sería necesaria una guerra nuclear mundial para convertir a la humanidad a un estadio de mayor jerarquía. Suena descabellado, pero al parecer tiene relación con el pensamiento del sacrificio de libertad del que habla Mill.

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