sábado, 24 de diciembre de 2011

La libertad positiva y la teoría de la voluntad general de Rousseau.


Existen dos tipos de libertades, la libertad negativa (libertad como el no impedimento); en este caso el problema que plantea este tipo de libertad es la salvaguarda de la libertad natural. Y la segunda es la libertad positiva (autonomía) el problema de esta significación es cómo y en cual medida se debe limitar la libertad negativa que en esencia tiende a la anarquía, por de la sumisión a la comunión de las ideas que respalda a la voluntad general. 


La libertad positiva presupone la sumisión a la voluntad general, el actuar en conformidad con las leyes generales, por lo que propone el consenso. 

En ocasiones a la libertad se le da el tratamiento como si fuera sinónimo de democracia, mientras otras personas ven oposición en estos dos conceptos, ya que la democracia gira en torno a la voluntad general, en cambio la libertad es el eje de conceptos políticos donde la protección de los derechos es en muchas ocasiones ajena a la regla de la mayoría. 

Esta libertad Rousseau la contempla como cambio de libertad. “Lo que el hombre pierde por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intente y que pueda alcanzar y lo que gana es la libertad civil y la propiedad de todo lo que posee”. A esta ganancia de derechos civiles también se le adjudica la ganancia de una libertad moral y ésta es la que hace al hombre dueño de sí mismo.

Luego entonces, la relación última y concreta de la voluntad general con la libertad positiva es que está rendida a la primera ya que de acuerdo con diferentes filósofos entre ellos Rousseau termina por señalar que el sacrificio de ciertas libertades debe darse para alcanzar otras.

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